jueves, 25 de febrero de 2016

Comentario Apolo y Dafne - Bernini.

Este grupo escultórico se trata de Apolo y Dafne, realizado por  Gian Lorenzo Bernini entre los años 1622 y 1625, hecha en mármol a tamaño natural, y se encuentra en la Galería Borghese en Roma. Pertenece al estilo Barroco.

En la imagen podemos ver dos figuras, una femenina (Dafne) y una masculina (Apolo). Bernini optó por representar una escena de gran tensión y movimiento al elegir el momento en el que Apolo trata de atrapar a Dafne mientras que esta huye y se convierte en un laurel. El joven Apolo, de proporciones clásicas, ve interrumpida su persecución por el movimiento ascendente de Dafne, la cual se eleva para convertirse en un árbol,  mientas con cara de horror observa como de sus dedos y cabello brotan ramas y hojas, y de sus pies nacen raíces mientras su cuerpo se va cubriendo de la corteza del tronco.

El Renacimiento agotó su inspiración a partir del año 1550. Surgieron entonces los manieristas, los cuales no tenían una capacidad creadora de primera magnitud. A fines del s. XVI o inicios del XVII se nota un cambio a todos los niveles y también artístico.
El término Barroco fue creado despectivamente en el S. XIX debido a los clasicistas enemigos del recargamiento decorativo del S. XVII. En el S. XX se volvió a valorar el arte del Barroco pero no por igual: se atacó la arquitectura barroca por ser bárbara y desproporcionada, mientras que la pintura fue el arte más importante del Barroco ya que comenzó a idealizarse. El Barroco surgió en Italia, concretamente en Roma. La Roma contrarreformista desarrolló una política plástica contra los nórdicos luteranos. Este cambio provocó una inversión estética radical que dio inicio al Barroco. De aquí pasó a las Cortes absolutistas de España y Francia donde fue un arte al servicio del poder real, instrumentalizado por la Iglesia y el Rey y popularizado para tener bien controlado al pueblo.


Apolo y Dafne es un tema mitológico inspirado en Las Metamorfosis de Ovidio. Fue encargado por un cardenal, lo que demuestra el profundo conocimiento de la mitología griega por parte de los altos jerarcas de la Iglesia.
Según el mito, Apolo quiso competir con Eros (Cupido) en el arte de lanzar flechas, y le retó para ver quién era mejor flechador. La arrogancia de Apolo despertó la furia de Eros, por lo que decidió vengarse de él lanzándole una flecha de oro, la cual causaba el amor inmediato, y otra de plata a la ninfa Dafne, hija del Dios del río Peneo, que causaba el rechazo amoroso.
Apolo se enamoró perdidamente de Dafne, y la empezó a acosar. La joven ninfa, huyó de él, y al ver que la iba a alcanzar le pidió protección a su padre, el cual la convirtió en un árbol de laurel. Apolo decidió entonces, en honor a su enamorada, convertir el laurel en su árbol sagrado, dotándolo de la inmortalidad para que así siempre se conservase verde y fresco.
Es impresionante ver la facilidad con la que Bernini consiguió un descenso de actitudes, entre la serenidad o pathos griego de Apolo y la actitud asustadiza de Dafne. 
Otro punto interesante es la forma en la que el escultor consiguió cambiar la textura de la joven ninfa, dejando ver perfectamente su suave piel pasar a ser una rugosa corteza de árbol.



En conclusión, Bernini mostró en este grupo escultórico, así como en sus demás obras, como pueden ser el Éxtasis de Santa Teresa, el David, o el Rapto de Proserpina/Perséfone un exquisito tratamiento del mármol, y demostró ser un genio a la hora de plasmar el momento de mayor tensión y carga dramática.

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