Este grupo escultórico
se trata de Apolo y Dafne, realizado por
Gian Lorenzo Bernini entre los años 1622 y 1625, hecha en mármol a
tamaño natural, y se encuentra en la Galería Borghese en Roma. Pertenece al
estilo Barroco.
En la imagen podemos
ver dos figuras, una femenina (Dafne) y una masculina (Apolo). Bernini optó por
representar una escena de gran tensión y movimiento al elegir el momento en el
que Apolo trata de atrapar a Dafne mientras que esta huye y se convierte en un
laurel. El joven Apolo, de proporciones clásicas, ve interrumpida su
persecución por el movimiento ascendente de Dafne, la cual se eleva para
convertirse en un árbol, mientas con
cara de horror observa como de sus
dedos y cabello brotan ramas y hojas, y de sus pies nacen raíces mientras su cuerpo se va cubriendo de
la corteza del tronco.
El Renacimiento agotó
su inspiración a partir del año 1550. Surgieron entonces los manieristas, los
cuales no tenían una capacidad creadora de primera magnitud. A fines del s. XVI
o inicios del XVII se nota un cambio a todos los niveles y también artístico.
El término Barroco fue
creado despectivamente en el S. XIX debido a los clasicistas enemigos del
recargamiento decorativo del S. XVII. En el S. XX se volvió a valorar el arte
del Barroco pero no por igual: se atacó la arquitectura barroca por ser bárbara
y desproporcionada, mientras que la pintura fue el arte más importante del
Barroco ya que comenzó a idealizarse. El Barroco surgió en Italia,
concretamente en Roma. La Roma contrarreformista desarrolló una política
plástica contra los nórdicos luteranos. Este cambio provocó una inversión
estética radical que dio inicio al Barroco. De aquí pasó a las Cortes
absolutistas de España y Francia donde fue un arte al servicio del poder real,
instrumentalizado por la Iglesia y el Rey y popularizado para tener bien
controlado al pueblo.
Apolo y Dafne es un
tema mitológico inspirado en Las Metamorfosis de Ovidio. Fue encargado por un
cardenal, lo que demuestra el profundo conocimiento de la mitología griega por
parte de los altos jerarcas de la Iglesia.
Según el mito, Apolo
quiso competir con Eros (Cupido) en el arte de lanzar flechas, y le retó para
ver quién era mejor flechador. La arrogancia de Apolo despertó la furia de
Eros, por lo que decidió vengarse de él lanzándole una flecha de oro, la cual
causaba el amor inmediato, y otra de plata a la ninfa Dafne, hija del Dios del
río Peneo, que causaba el rechazo amoroso.
Apolo se enamoró
perdidamente de Dafne, y la empezó a acosar. La joven ninfa, huyó de él, y al
ver que la iba a alcanzar le pidió protección a su padre, el cual la convirtió
en un árbol de laurel. Apolo decidió entonces, en honor a su enamorada, convertir
el laurel en su árbol sagrado, dotándolo de la inmortalidad para que así
siempre se conservase verde y fresco.
Es impresionante ver la facilidad con la que Bernini consiguió un descenso de actitudes, entre la serenidad o pathos griego de Apolo y la actitud asustadiza de Dafne.
Otro punto interesante es la forma en la que el escultor consiguió cambiar la textura de la joven ninfa, dejando ver perfectamente su suave piel pasar a ser una rugosa corteza de árbol.
En conclusión, Bernini
mostró en este grupo escultórico, así como en sus demás obras, como pueden ser
el Éxtasis de Santa Teresa, el David, o el Rapto de Proserpina/Perséfone un
exquisito tratamiento del mármol, y demostró ser un genio a la hora de plasmar
el momento de mayor tensión y carga dramática.
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